La metaincapacidad de la hoja en blanco llevada al teclado y a la pantalla. La metahistoria.
Qué pena no tener una botella de algo en el cajón. Como si sirviera de algo para el caso que nos ocupa.
Como si no te llegara la sangre a la cabeza. Como si no llegara la sangre al río. Siempre será mejor que llegue la sangre al río a que no te llegue la sangre a la cabeza. Admitámoslo.
Esto último significaría que me estoy ahorcando.
Y no es verdad.
Ni sería plan.
Quedémonos en el hecho de que hace sol y de que no llegó la sangre al río. Parece abril. Las chicas han despertado de su letargo y yo del mío. Sus faldas tienen vuelo y con este aire todo es posible. Hay cristales transparentes ahí arriba. Al final tendré que inventarme esa botella de algo del cajón y brindar por días como este, en los que enero parece abril.
Y quizá, disimuladamente, mire a través de los cristales aprovechando este bendito vendaval.
Por fin!! Esto sí era metaincapacidad… Brindo por los lunes de sol y actualizaciones!
Yo brindo por la sangre fluyendo por tu cabeza. Sería un placer encontrarme un día contigo y compartir ideas, textos, cervezas.
Gracias Erico. De los brindis más bonitos que han hecho nunca por mí :). Cómo va la beca? Echamos de menos tus actualizaciones. Pues cualquier día nos juntamos con una cervezas y la cabeza fluyendo! Un abrazo