Nada

Era el recuerdo de reír entre tus piernas/

Donde se pierde antes la cordura que la esperanza/

La esperanza de volver a dormir entre tus labios/

Escuchando el leve ronquido de tu ombligo/

 

Es el olor a alga e incienso/

Sintiendo en tus tripas el hambre todavía no sofocada/

Son las curvas infinitas de mi infancia en bicicleta/

Reflejadas desde el cuello hasta tus pies/

 

Son los días donde el aliento se hacía sexo/

Y el sexo alegría en bicicleta y desmontes/

Son los recuerdos de noches de fiebre y delirio/

De tu alargado cuello haciendo eses, y el circo de tu boca, malabares/

 

Son las noches del miedo y las lágrimas, de las pupilas húmedas y el pelo seco/

De las toallas manchadas y los sudores fríos/

Los días de barricadas y bayonetas/

Del sálvese quien pueda y de la guerra fría/

 

De los monstruos bajo la cama/

Y los fantasmas en los armarios/

De las gotas de lluvia inundando la cama/

Y los relámpagos agitando nuestros antifaces/

 

De  las goteras y el caos/

De los ojos encogidos, las hojas rotas y el olor a cerrado/

De las promesas limpias y el amor sincero/

Del café amargo en el contorno de tus pezones/

 

Vuelvo a sentir ahora el aliento de tu boca y de tu sexo amable/

De las algas en celo y el descubierto limbo/

De tu luna menguante y las mañanas cálidas/

No sé por qué, nadie lo sabe/

 

Era todo y nada a la vez/

El hambre de las experiencias no vividas/

La libido incesante del futuro que fue/

Y de tu sexo en mi boca asintiendo.

 

 

2 comentarios sobre “Nada

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