Tres segundos

La tía. Tenía los ojos más bonitos que sus tetas, y eso ya era mucho decir. Unos ojos verdes, iluminados, unos ojos como si vivieran permanentemente esperando una Noche de Reyes. Y sus tetas. Sus tetas. Hambrientas, delicadas, corteses, sencillas, desafiantes.

Alba, se llamaba Alba, no podía ser de otra forma. Lo habíamos pasado bien, habíamos bebido, bailado, tonteado, nos habíamos fumado – medio- porro, nos habíamos rozado las manos- dos veces. Alba me miró a los ojos- esos ojos- por primera vez en toda la noche. Amanecía. Yo había comprado una lata a un chino. Le ofrecí. No gracias, me dijeron sus labios. Encendió un cigarro, el humo se mezcló con la mañana incipiente. Observé cómo el humo ascendía. Me volvió a mirar. Me acerqué suavemente a su boca, carnosa, desigual, etérea. Uno, dos, tres segundos. Me retiró con suavidad. Sentí el sabor del humo, pero no me importó.

¿No te ha gustado?- pregunté casi pidiendo perdón por el arresto. Claro que me ha gustado. Pero no he sentido mariposas en el estómago, no sé cómo decirte. ¿Esperabas sentir mariposas en tres segundos de beso?-inquirí. Las mariposas son libres, no decido cuándo la oruga se convierte en mariposa. No me estarás llamando oruga, bromeé azorado.

Le di un trago a la lata. Me supo a rayos. La dejé en un banco. Sólo te estoy diciendo que tres segundos a veces son suficientes. El amargor de la cerveza se me juntó con el resto de amargores. Era ya de día. Hasta luego, me ha gustado mucho conocerte. Se dio la vuelta y se alejó. Se alejaron sus ojos, sus tetas, sus caderas y las mariposas. Se alejó todo. Bastaron tres segundos.

4 comentarios sobre “Tres segundos

  1. Buscaba dónde comprar tabaco por Gràcia y había visto un estanco un rato antes, pero todas las putas calles de esa ratonera se parecen. En la cristalera de un negocio colgaba un folio con dos palabras; Miss Borderline. La memoria me llevó a una mujer, a una teta, a conversaciones clarividentes.
    Entre y pregunté por ella. Era una puta tienda de gadgets positivistas tipo Mr Wonderfull. Esos mismos tres segundos que te jodieron a ti también lo hicieron conmigo, si hubiese sido una tienda de bragas…

  2. Creo que sería capaz de follar, en tres segundos. Sin convencionalismos. Solo bastan tres y solo tres.
    Me gusta la cerveza al amanecer…
    Gracias por compartir.
    Forma de escribir, interesante.

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