Las ovejas:
se acercan mucho unas a otras para darse sombra.
Eso se llama
acorronarse.
Yo te quería decir
que prefiero hacer cola en tu casa que en la Sala Sol
y que te comería con cuchara de nácar
(aco-rro-nar-se en la Sala Sol con cuchara de nácar)
Los pulpos tienen tres corazones.
Estaría bien que:
uno,
para bombear sangre,
otro:
para los desgarros
el último: para quererse
(jeringonza)
Libro oculto en una librería de viejo.
La nueva Ginsberg aparcada en un rincón.
-Cómo nadie te vio antes-
Ahí, acurrucada.
Ahí
-eres-
como el marcapáginas de los sábados por la mañana