Que dan ganas, de aguantar el recuerdo, de agarrarse a la rama, de contar las heridas. De aferrarse al tropiezo de coger tu cintura, de morderte la esencia, de arrancarte a jirones. De meterme en tu cuarto, de que abramos un vino, de metértelo todo, de salir a tu encuentro. Pero ya … Sigue leyendo Ganas (y un puñado de polvos)