Hay que ver. Qué desfachatez. Te puse un mensaje en morse y ni siquiera me contestaste. Te decía que media sonrisa tuya bastaría para deshacer todo el Ártico. Enterito. No, claro que no quiero que se deshiele, qué cosas dices. Sólo te estoy diciendo lo que te ponía en el mensaje. Pues mujer, porque el morse me parece algo bonito y romántico, ya sabes que soy un antiguo. Y es más seguro que el Telegram ese. Que no quiero que nadie se entere. ¿De qué va a ser? De lo de tu sonrisa, si te parece. De lo nuestro, claro, qué cosas tienes. El año pasado tampoco me respondiste a lo de la paloma. Ya, ya sé que no estabas en casa y que la paloma se cansó de esperar. Bueno, no te preocupes. Tampoco por lo del morse. El año que viene te tengo preparada una botella. Sí, de un cristal verde precioso, como de Murano. Y con un papiro impermeable. Sí, ya sé que no vives junto al mar. Da igual, ya me las ingeniaré para que te llegue. Aunque sea la echo al Duero, que es hasta navegable en algunas partes. No te entretengo más, que seguro que tienes cosas que hacer. ¿Yo? Yo estoy bien, como siempre. Aquí en el norte ya sabes el frío que hace. Allí también, claro, qué tontería. Sí, sí, yo también lo haré. Tengo que terminar, que esto se me está alargando mucho, y no veas lo que ha subido la letra este año. Cuídate mucho, y abrígate.
Stop.
Sublime , mensaje subliminal!!!
Gracias
Muchas gracias,
un saludo desde un poquito más al norte