Cómo no echar de menos los suaves y rápidos aleteos , y el cosquilleo alrededor del ombligo.
No, empieza otra vez. Demasiado fácil.
Como olvidar el almíbar de sus labios en mi boca y el olor de su colonia colándose en mis muñecas.
Déjalo, demasiado azucarado.
Cómo olvidar follarla con violencia de madrugada frente al espejo, sentirme más allá de Orion, ver reflejadas nuestras caras de sofoco y volver después a la cama para guarecerme entre sus pechos, su cabello y mi aliento.
Olvídalo, demasiado grosero.
Cómo olvidar cocinar juntos escuchando cualquier cosa, comprobar si el caldo está salado y tomar una cerveza con anchoas.
Mira. Demasiado cotidiano.
Cómo olvidar irme al trabajo con un beso de buenos días, el sabor del café y no poder esperar el momento de verla otra vez por la noche.
Déjalo, de verdad. Hoy no es tu día. Inténtalo mañana.
Eso haré.
Pero cómo olvidarla.
Cada vez escribes mejor!
Gracias salao!.. lo dejo todo juega Ferro!! (y ese Amanecer en el Abasto un poco más de caña hombre!)