Marc llevaba tres días alimentándose de huevos fritos y revuelto japonés. Laia volvía a casa tarde empapada por la lluvia. Marc llevaba un día y medio con ropa húmeda en la lavadora. El mismo agua que mojaba a Laia.
Marc todavía le echa de menos, Laia le abraza sin saber muy bien qué decir. Hoy comen viendo la tele mirando una lámina enmarcada que una vez compraron en la Portrait Gallery. A Laia le quedan bien sus nuevas botas de agua y Marc piensa en charcos y en retratos. Marc piensa en cómo era todo antes y en si será así siempre. Se aman. Pero Laia es Israel y Marc es Palestina. Afuera se escuchan las bombas. Tarde o temprano llegará la tregua.
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Pero Laia es Israel y Mark es Palestina. Me ha encantado el microrelato, y en especial esta frase. Saludos.
Muchas gracias Solterranea. Saludos para ti también y gracias por leerme.
Tierno y duro